Lamento profundamente los hechos ocurridos en Culiacán durante las últimas horas, en las que todas y todos vivimos terror, incertidumbre, desesperación, impotencia, desamparo e inseguridad.
Expreso mi reconocimiento a todos los sinaloenses que, en un despliegue de la generosidad que nos caracteriza, recibieron en sus hogares, negocios y centros de trabajo a quienes lo necesitaron.
El Gabinete de Seguridad y el presidente de la República han dado ya su postura al respecto, en la que se reconoce un operativo fallido. Ante lo ocurrido, se privilegió la seguridad de la sociedad civil y la salvaguarda de vidas inocentes. Esto demuestra que el Gobierno actual no tenía más interés que el de pacificar una ciudad convertida en un caos por la violencia.
Ante la adversidad y los tiempos difíciles que vivimos, es momento de la reflexión social y la solidaridad. Son tiempos de apoyar al presidente de la República para solucionar el problema añejo de la descomposición social, poniendo siempre en primer lugar la vida y la paz.
Confiamos en que ante este duro episodio, las autoridades competentes, en todos los niveles de gobierno, mejorarán sus estrategias. La política de pacificación se debe hacer atendiendo las causas sociales que generan la violencia. Sabemos que, ante años de omisión e impunidad, no es un tema que pueda resolverse de la noche a la mañana, pero confiamos en que se impondrá la paz y la tranquilidad por el bien de todas y todos.
Comments